viernes, 16 de marzo de 2018

Mujer, ¿sexo débil?

Para desmentir el mito de que la mujer

es el sexo débil analizaremos diferentes puntos fisiológicos, conociendo las diferencias del rendimiento físico de la mujer frente al hombre partiendo del concepto de la actividad física como un estilo de vida que ayuda a mejorar la condición física y mental de una persona.


Por que los hombres ganan mayor cantidad de masa muscular y fuerza que las mujeres?
Muchas veces cuando estamos entrenando miramos la evolución progresiva de un hombre
y nos decimos. Quiero aumentar así de rápido masa muscular? Por que el es mas fuerte que yo? Pues bien, esto se debe a varios factores fisiológicos que al ser estudiados nos dicen que la hormona que influye en el desarrollo de la fuerza y de los músculos es la testosterona donde la mujer posee del 10 al 20% menos que el hombre, con eso queda aclaro que un hombre y una mujer que ejercitan su cuerpo de la misma forma van a tener diferentes resultados y, consecuentemente, una chica de manera natural sin tomar hormonas masculinas no se puede ver masculinizada aunque se mate a entrenar con pesas.
Para lo cuál se debe tener en cuenta las diferencias morfológicas de la mujer en relación con el hombre, en donde observamos la comparación entre ambos sexos.

·         Un 80% más pequeña.
·         Un 10% más ligera.
·         Un 7% más baja.

El cuerpo de la mujer es de estatura más pequeña que el del hombre débido a unas hormonas que se llaman estrógenos, que producen los ovarios. Los estrógenos frenan el crecimiento del cuerpo mas tempranamente y nos hacen acumular más grasa. por regla general a mayor peso graso más dificultad tenemos para practicar deporte, así como mayor es la fatiga., Por eso las chicas, debido a los estrógenos, terminan el ciclo de crecimiento dos años antes que los chicos. En términos generales, debido a está diferencia hormonal, los hombres tienen la mitad de grasa que las mujeres. (Arauz, 2017, cap. 27), y ellos (Arauz, 2017) “producen andrógenos, que fortalecen el cuerpo aumentan el crecimiento de músculo y huesos; el tejido magro del hombre as un 30% mayor que el de la mujer con lo que lo hace más fuerte, más rápido y tarda mas en fatigarse” (cap. 27).
Adémas las mujeres presentan valores de fuerza máxima absoluta que son inferiores a los
del hombre (Barret 1990), (Komi 1978b), (Ryushi 1988), la diferencia es mayor en los miembros superiores (ratio de fuerza mujeres/fuerza hombres= 0.56) (Barret, 1990), que en los miembros inferiores (ratio=0.72) (Barret 1990), en lo que respecta a la fuerza relativa, ya se refiera la fuerza con respecto al peso corporal (Barret 1990), o con respect a la unidad de sección transversal del músculo, las diferencias entre hombres y mujeres disminuyen o hasta se anulan en los miembros inferiores, mientras que en los miembros superiores siguen siendo importantes. Por ultimo, las mujeres tienen valores de potencia y de IMF muy inferiores a los de los hombres (ratio=0.65), (Komi, 1978b) (Barret, 1990).
No se conocen las razones por las cuales los hombres presentan valores superiores de fuerza máxima es posible que la mayor talla (10%), peso (11 kg), porcentaje de masa muscular, tamaño de la fibra muscular (Barret 1990) y concentración sanguínea basal de testosterona (Weiss, 1983) que presentan los hombres, pudiera explicar parcial o totalmente estas diferencias.” (Gonzalez, Gorostiaga, 2002, p. 139).

NO en todo las mujeres presentan desventaja!

Podemos observar que las adaptaciones neuromusculares que presenta la mujer a los
 programas de entrenamiento de fuerza son tan buenas como las de los hombres, así, a pesar de los menores niveles de testosterona y de la menor masa muscular total, se observa que la ganancia de fuerza tras un programa de 9 semanas obtiene tan Buenos resultados como en el hombre; el desarrollo del factor neural parece explicar esas adaptaciones, la mujer puede experimentar un gran incremento de la fuerza del 20-40% como el resultado del entrenamiento, y la magnitud de estos cambios son similares a los de los hombres, justificando este hecho mayoritariamente por un marcado cambio en al expresión fenotípica de las proteínas contráctiles que componente el músculo (contenido de cadenas pesadas de miosina) y por una mejora en el reclutamiento de fibras musculares (adaptación neural), por otra parte, una de las ventajas de la mujer frente al hombre en determinados eventos deportivos de larga duración puede ser la resistencia muscular, donde interfiere la capacidad potencial del metabolismo de los fosfágenos (ATP Y PC) que son muy similares en ambos sexos debido a la menor masa muscular de la mujer, el contenido total de fosfagenos es notablemente inferior; en cuanto al Sistema anaeróbico láctico, se ha mostrado que la mujer alcanza menores concentraciones de lactato en sangre después de ejercicios máximos, en comparación con el hombre, este hecho también parece relacionado con la menor masa muscular de la mujer, parece que durante el ejercicio de larga Duración y moderada intensidad la mujer utiliza mas el metabolismo de las grasas y menos el metabolismo de los hidratos de carbón y las proteínas, la justificación fisiológica a este hecho podría estar en la menor respuesta de las catecolaminas en ejercicio en la mujer, ya que esas hormonas estimulan la glucogenólisis muscular y hepática; otras hormonas como los estrógenos, la progesterona, la insulina y la hormona de crecimiento, también pueden tener una influencia importante en la mayor utilización de las grasas por parte de las mujeres durante el ejercicio aeróbico.
En cuanto a la potencia aeróbica máxima o VO2 max la mujer alcanza sus máximos valores entre los 13 y 15 años, aproximadamente, mientras que el hombre lo hace entre los 18 y 22 años, con el entrenamiento de la resistencia la mujer puede conseguir mejorar del VO2 max de un 10% a un 40%, que son valores similares a los del hombre, la magnitud de los cambios dependerá de a) nivel inicial de capacidad fisica. b) de la intensidad y la Duración de las sesiones de entrenamiento y c) de la frecuencia del entrenamiento.” (Chicharro, Fernández, 2016, p. 645). y d) adaptaciones cardiovasculares al ejercicio.
En este ultimo punto las diferencias encontradas entre hombres y mujeres en la respuesta
cardiovascular al ejercicio son débidas al menor tamaño del corazón y en especial al ventriculo izquierdo, que condiciona un menor volume sistólico en la mujer. Por ello, para la misma intensidad esfuerzo las mujeres entrenadas tiene una respuesta más alta de la frecuencia cardíaca para cualquier nivel de trabajo submáximo con respecto a los hombres del mismo nivel de entrenamiento, no obstante la frecuencia cardiaca máxima es generalmente la misma en ambos sexos. Otro factor que puede justificar un menor rendimiento es el menor volumen sanguíneo en la mujer. (Chicharro, Fernández, 2016, p.643).

No todo es fuerza y resistencia!
También en flexibidad podemos encontrar diferencias, los trabajos técnicos realizados
por kibbler y cols (1989) sobre 11 medidas especificas en 629 mujeres y 1.478 hombres participantes de varios deportes mostraron que la mujer tiene un mayor desarrollo de esta cualidad en todas las medidas realizadas. También observaron que, dentro del grupo de mujeres, el desarrollo de la flexibidad en las extremidades inferiores es menor que el de las extremidades superiores; estos contrastes no se encontraron en los hombres. Las diferencias en la masa muscular, la geometría muscular articular o la estructura del colágeno muscular, diferente en ambos sexos, justifican la mayor extensibilidad muscular en mujeres.

Presentado por: GRUPO MUJER & EJERCICIO.
Integrantes.
·         Jorge Galvis
·         Geiner Suarez.
·         Diana Maritza Chon
Texto elaborado por. Diana Maritza Chon Robayo.
Tecnólogo en actividad física SENA












                                                           Referencias

Arauz N. Fitness Emocional: Memorias Marqués de Sotoancho III (2017). Ediciones B, S.
Consell de cent, 425-427-08009 Barcelona (España)14 de junio de 2017. 
Gonzalez J, Gorostiaga E. Fundamentos del entrenamiento de la fuerza 3 edicion, INDE
Publicaciones. Madrid España. 2002 
López J. & Fernández A. Fisiologia del ejercicio 3 edición. Editorial medica panamericana,
Alberto Alcocer 24, 6°, Madrid España. Marzo de 2016. 
Pearl B. Tratado general de la musculación 4 edición. Editorial paldrotibo. Consejo de ciento, 245   
bis, 1. ° 1a 08011Barcelona. 2002.
 

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